viernes, 29 de noviembre de 2013

El Papa Francisco y la estrategia vaticana *


Quienes por conocimiento histórico de la ICR (Iglesia Católica Romana) y por las experiencias vividas a lo largo de los aciagos años de dictadura fascista y aun en el presente en este baluarte católico que es España desestimamos ya en su día considerarla como portadora de buena nueva vemos con inevitable escepticismo todo ese caudal de bondades que diversos medios vienen señalando en la persona del Papa Francisco.

Sin negar la bondad de miles de buenas personas católicas ni la encomiable labor que muchas de ellas hacen al amparo de su Santa Madre Iglesia, parece razonable desconfiar de los buenos propósitos de tan magna institución. Y desde esta posición que señalamos vemos que cabe pensar en un doble juego de la jerarquía católica, papa incluido, para contentar a la gran parte de feligresía que últimamente se mostraba crítica y aun avergonzada por los escándalos que habían salido al conocimiento público. Un doble juego similar al que en algunos casos hace la policía en los interrogatorios: el policía bueno (léase Papa Francisco) y el policía malo (esa curia reaccionaria que impide los cambios).

Ese tira y afloja salvará la imagen del tan admirado papa sin que para ello hayan tenido que hacer ningún cambio sustancial. La feligresía católica crítica se sentirá comprendida y apoyada por la máxima autoridad eclesiástica y seguirá fiel a la ICR desde posiciones que reforzarán su imagen ante el mundo. Pero la institución como tal podrá seguir siendo fiel aliada de las fuerzas conservadoras que gobiernan en casi todas partes.

Si el juego sale bien, todos estarán felices porque a cambio de haber puesto coto a los pederasta, de haber canonizado a San Romero de América, de haber dado muestras de buena voluntad a las mujeres aun siguiendo dándoles un trato inferior al de los varones, de haber dado palabras de consuelo a los pobres sin haber tenido que apoyar cambio sustancial alguno en las esferas de poder que oprimen a la Humanidad entera, y de algunas menudencias más se habrá logrado que quienes estaban hartos de esa ICR sigan fieles a ella luchando por ese tan esperado cambio que una vez más su alta jerarquía habrá conseguido evitar.

La lástima está en que toda esa inteligencia que ponen en juego los cerebros vaticanos en favor del inmovilismo no lo apliquen a realizar una verdadera revolución al estilo de la que según los evangelios anunció Jesús de Nazaret. Entonces sí que merecería la pena ser parte de esa Iglesia. Pero en opinión del hereje impenitente que esto escribe, mientras sus principales actividades vayan encaminadas a amansar rebeldes, permanecer en ella será colaborar con los poderes que oprimen a la Humanidad. /PC


* Comentario al artículo de Domingo Riorda publicado en ECUPRES el 29/11/2013 con el título “Hans Küng se interroga sobre los reaccionarios al Papa”.
http://ecupres.wordpress.com/2013/11/29/hans-kung-se-interroga-sobre-los-reaccionarios-al-papa/


2 comentarios:

  1. Tienes toda la razón, Pep. Como dicen los españoles, mucho ruído y pocas nueces.

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