sábado, 9 de abril de 2005

Mitos, Ritos y Magia

Breve reflexión sobre la «Fantasía religiosa», ese magnetismo mágico, irresistible, que esclaviza y somete con fuerza inexorable.


Viendo estos días esa ingente masa de piadosos sufrientes movilizados por la muerte del Papa, no puedo sino a mi mismo preguntarme ¿cómo es posible que entrado ya el siglo XXI, cuando la especie humana explora las Galaxias, el mundo de los astros, al tiempo que investiga los secretos más íntimos del Cerebro, ese otro Universo de Neuronas tan cercano, haya quien todavía crea en los «Poderes Mágicos»? ¿Cómo es posible que alguien piense hoy día que la Felicidad, esa «rara avis» que todo ser humano busca cual preciado tesoro, se oculta tras la muerte, más allá de la tumba, entre las nubes o en vete a saber dónde, y que está reservada a quienes la merecen por haberlo creído simplemente y haberlo demostrado participando en Ritos y raras Ceremonias según lo que establecen cualificados Magos?

Qué duda cabe de que la Fantasía tiene una fuerza enorme, un magnetismo mágico irresistible incluso para los cerebros más dotados, y el «Mundo de los Sueños» es preferido con creces al de la Realidad por los seres humanos. Millones de Almas en el mundo prefieren la Leyenda a la Verdad, el Sueño a la Realidad. ¿Será tal vez porque tras la Experiencia que nos da el ir viviendo nadie con dos dedos de frente puede dar ya tres cuartos por lo que nos depara este cochino mundo que compartimos con toda esa chusma que sustenta en la Maldad su vida? Posiblemente. Y si parece justo dejar que cada cual tenga sus sueños y cifre en ellos su Felicidad, no es indiferente que en el mundo triunfe la Fantasía sobre la Realidad, ya que llegada la Irreflexión a este punto, nadie cuestionaría en qué medida los Magos y la Magia no contribuyen a que esa Maldad vaya en aumento, crezca cada vez más al alejarnos neciamente de la Realidad, al hacer que persigamos individualmente la Felicidad en lugar de percatarnos de que no tan sólo la nuestra sino la del resto de los mortales depende no tanto de la Magia como del conjunto de «Nuestros Actos». Porque de ser la Felicidad una cuestión personal desconexa del resto de la gente, ¿qué sentido tendría la Bondad, si aun siendo malvados y viviendo tan sólo con miras al propio beneficio obtendríamos placer en esta vida y, tras los ritos, Felicidad inmensa en la otra?

Algo no cuadra ya en ese discurso rancio y desfasado. En el tiempo que estamos, los Mitos no son ya para creerlos sino para vivirlos. Que no es la brujería o la Magia lo que los hace útiles, sino la Voluntad de cada cual de ponerlos en vivo en su propia existencia. No es el poder del Mago lo que transforma un pedazo de pan en un «Dios Vivo» prisionero y dispuesto para ser devorado, sino el Alma entregada de quienes se reúnen para fraternalmente compartirlo lo que le da valor a ese alimento, lo que lo hace útil para el humano crecimiento. Es la Voluntad firme de compartir, que no la Magia, lo que le da sentido a ese Rito, que no está ahí el Pan para ser bendecido sino para ser compartido. Ni hay tampoco un Dios en lo alto del Cielo ni en parte alguna escuchando plegarias y recreándose en divinos oficios por más cera e incienso que le echemos, sino que es nuestra Mente lo que condicionamos con nuestro Pensamiento. Que no vale pedir sino entregarse. Y no es Dios quien escucha nuestros cantos sino nuestra Conciencia y nuestra misma Alma, y así nos construimos como «Seres Humanos». Que así lo hizo el Creador, pensamos, mientras no se demuestre lo contrario.

Claro que los Jerarcas, los más encumbrados de entre los Magos, llenos de «Santa Ira» -o tal vez no tan santa- negarán cuanto escribo, porque su conveniencia está en que la gente que hasta ahora ha creído todas sus invenciones se las siga tragando, masticadas o no, como las hostias, siempre que sean ellos quienes se las endilguen, que en eso les va el sueldo. Mas les valiera entregarse al servicio de la Bondad, como hizo Jesús antes que lo mataran Magos y Sacerdotes de su tiempo instalados en lo alto del poder. Que es la Conciencia lo que nos hace humanos y no la Magia, ni los Ritos extraños, ni «Poderes Ocultos» controlados por Magos. /PC


PUBLICADO EN:
kaosenlared.net 9.04.2005

http://old.kaosenlared.net/noticia/mitos-ritos-y-magia 

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