viernes, 31 de julio de 2015

Las alianzas peligrosas

Es peligroso aliarse con el adversario para lograr algún objetivo común porque los intereses pueden ser contrarios en el momento menos oportuno.


Después del referéndum griego, cuando esperábamos una posición fuerte por parte de Grecia en su negociación con la UE, nos vimos sorprendidos ante la intolerancia europea y la sumisión griega. No nos lo esperábamos y no fuimos pocos quienes nos devanamos los sesos en busca de una explicación razonable. Se aventuraron hipótesis a cual más disparatada, como la de que el mismo Tsipras pudiese ser un impostor al modo como lo fueron algunos políticos supuestamente de izquierdas en lo que en España se conoce como la transición, ese paso nada ejemplar de la dictadura a algo que se le sigue queriendo llamar democracia pero que ya sabemos que no lo es.

Han pasado unos días y tras las primeras informaciones e hipótesis empiezan a llegar noticias que nos ayudan a entender el porqué de los hechos. Así hemos sabido que Tsipras se había entrevistado con Putin y que él, pero sobre todo Varoufakis, confiaban en poder salir del euro con una ayuda de Rusia que no obtuvieron. Algún titular apuntaba la posibilidad de una gran traición de Putin, que prometió primero y luego por algún ignorado motivo se echó atrás. Pero he aquí que hoy nos llega la noticia siguiente: “¡El gobierno griego apoya la política del estado israelí!” [1]. Leyendo dicho escrito se entiende que el socio de SYRIZA en el gobierno, un partido independentista de ultraderecha que controla el ministerio de defensa, ha cerrado el paso a toda negociación con Rusia al reafirmar la colaboración griega con el gobierno de Israel.

No podía ser de otro modo. SYRIZA, un partido de izquierdas, tenía por compañero de viaje en el gobierno a un partido de derechas, lo cual no es sino una alianza con su más peligroso enemigo. Un enemigo que, como era de esperar, no ha vacilado en ponerse en contra de su socio cuando le ha parecido más oportuno para sus propios intereses.

Grecia merece nuestra atención en tanto que es un país oprimido por la UE, al igual que el nuestro, pero muy especialmente por el proceso que estamos viviendo ahora aquí en Catalunya, donde un gobierno neoliberal disfrazado de independentista (CDC) está privatizando la sanidad pública y todo cuanto pueda ser objeto de negocio. 

Tres años lleva el partido del gobierno enardeciendo el ánimo independentista del pueblo catalán. Para ello ha movilizado todos los medios de comunicación que controla (TV3, Catalunya-Radio y varios periódicos) y ha desplegado una permanente actividad de organizaciones civiles que supuestamente son apartidistas pero que están completamente controladas por personas afines a la ideología del gobierno (OMNIUM CULTURAL i ANC). Con tales maniobras ha logrado confundir al pueblo catalán independentista haciéndole creer que la independencia está al alcance de la presidencia del gobierno, lo cual es completamente falso. Y ha logrado además que la idea de la independencia prime sobre cualquier otra consideración de índole política en el pensamiento colectivo catalán, eludiendo de este modo que la sociedad catalana se fije en todo el despojo que desde el gobierno mismo se está llevando a cabo en el bienestar de la población. Algo, esto último, que no es muy difícil de lograr en un país como la Catalunya actual donde la sociedad está completamente aburguesada. 

En la actualidad ocupa la escena pública la lucha por la independencia. Con engañosa maquinación el gobierno catalán convoca unas elecciones autonómicas que dice tienen carácter plebiscitario, tras las cuales asegura que de salir vencedor en las urnas declarará unilateralmente la independencia de Cataluña en relación con el Estado español, algo que es a todas luces inviable. Para logar ese triunfo invita a todas las formaciones políticas a unirse en una lista electoral única con renuncia expresa de sus respectivas ideologías y programas de gobierno. Algo así como un cheque en blanco en el orden político a favor del gobierno.

El debate sobre la arrogante propuesta del presidente del gobierno ocupa toda la actualidad informativa. Nada se dice sobre las consecuencias que para la nación catalana puedan acarrear una legislatura más de gobierno neoliberal. Nada se dice sobre la acelerada pobreza que las políticas neoliberales del gobierno están creando entre las capas sociales más desfavorecidas. No, no se habla para nada de cuanto no sea independencia y el supuesto modo, hasta hoy desconocido, que el gobierno tiene previsto para alcanzarla. 

Pensamos que el pueblo catalán se juega el futuro en esa artimaña de la derecha neoliberal catalana. Que esa propuesta de dejar de lado ideologías y programas de gobierno para apoyar la supuesta estrategia independentista del gobierno es una trampa que puede salirnos tan cara como le está saliendo al pueblo griego la alianza de su primer ministro con la extrema derecha. 

Dejar el poder en manos del enemigo es el error más grande que se puede hacer en materia de estrategia política. Ojalá no todas las formaciones políticas catalanas caigan en él. /PC


miércoles, 29 de julio de 2015

Resistir

Taizé, julio de 2015. Cantos y silencio. Meditación y reflexión. Un taller de resistencia en torno al testimonio de una joven de un pueblo originario de América del Norte.


Según cuenta la historia, a partir del siglo XV la Europa cristiana se empleó a fondo en extender su dominio sobre el continente americano. Entraron a degüello, como entraron siempre y todavía entran los invasores. Despojaron y esclavizaron a la población originaria cuando no la exterminaron y se declararon amos de aquellas tierras y señores de aquellos pueblos. Y desde entonces acá, pese a la mucha resistencia ejercida, el destino de los habitantes de América ha estado en manos de los invasores y sus descendientes.

Entre los muchos males que los colonizadores llevaron al nuevo continente está ninguneo de los originarios supervivientes al genocidio. Ya no fueron más lo que eran sino que pasaron a ser súbditos de las diversas coronas europeas que los sometieron. Súbditos con deberes pero sin derecho alguno, condición que en la práctica se mantiene en gran medida aún hoy día.

Otro gran mal fue eso que entendemos por progreso, que consiste en el cambio de unas formas de vida armoniosas y acordes con la madre naturaleza por otras agresivas para el medio ambiente y generadoras de desigualdad social, exclusión y miseria. Hoy los descendientes de los invadidos viven en su mayor parte en condiciones infrahumanas, marginados y sometidos a la codicia de los colonizadores.

Pero la vida no se rinde fácilmente. El espíritu que animó a los ancestros sigue vivo en los descendientes y aunque mezclados en gran parte con la población que los ignora ha desarrollado en algunos individuos el ánimo de la resistencia. Resistencia a ser borrados de la historia. Resistencia a las mentiras difundidas en torno a los hechos acontecidos en tiempos de la invasión. Resistencia en defensa de su patrimonio cultural y la dignidad que en tanto seres humanos les corresponde. “Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal porque me mató tan mal que sigo cantando” (María Elena Walsh).

Tal ha sido el testimonio que trajo a este taller sobre la resistencia la joven originaria Reed TooBull, un testimonio que es una invitación a resistir ante toda opresión, ante toda injusticia, ante todas las mentiras que sirven para ocultar injusticias y crímenes. 

Los vencedores siempre han querido dar buena imagen. Pese a los desmanes que cometen, no suelen comportarse como gentes sin conciencia sino que tratan de granjearse la simpatía de la mayor parte de la población, ya sea con estratégicos gestos o con mentiras hábilmente urdidas difundidas por los principales medios de comunicación. Recordemos siquiera por un momento el mensaje que daban las muchas películas producidas en Holliwood sobre la conquista del Lejano Oeste. Los colonos invasores eran la buena gente; los indios invadidos unos salvajes sanguinarios; el Séptimo de Caballería era algo así como el buen ángel que protege a los buenos y destruye a los malos. Y veamos también las muchas mentiras que difunde el Imperio hoy día para justificar sus guerras en el mundo entero.

Los principales medios de información del mundo están hoy más que nunca en manos de los poderosos. Toda la información que transmiten está filtrada en favor de los intereses de sus amos. Millones de personas muy bien instruidas y bien pagadas trabajan para ellos. Tan solo una ínfima parte de las noticias que se difunden escapan a su control. La mentira toma carta de naturaleza hasta el punto de formar parte del pensamiento colectivo.

Nuestro mundo está ciego. Resistir es ser luz en las tinieblas. Es mostrar la verdad que nadie ve. Es negar las mentiras que todo el mundo a nuestro alrededor da por ciertas. Es denunciar las injusticias aceptadas mansamente por la gran mayoría. Esas son las grandes batallas que ha de librar la resistencia. Son grandes desafíos en lucha desigual. David contra Goliat. Pero son los pasos necesarios para cambiar el rumbo de la humanidad, para poner la fraternidad y la colaboración en el lugar que ahora ocupan el desamor y la competencia.

Resistir es tarea tuya y mía. Es tarea que concierne a todo ser humano que tenga despierta la conciencia. /PC



viernes, 17 de julio de 2015

Cataluña vista desde Grecia

La UE ha actualizado en euros el viejo dicho "todo lo que no son pesetas son puñetas"


La sorprendente conducta del primer ministro griego Tsipras ha generado desde el primer momento todo tipo de comentarios y especulaciones. No parece exagerado decir que nadie se esperaba que hiciera lo que ha hecho. Seguramente más tarde o más temprano sabremos por qué lo hizo, pero de momento no hay nada que nos de pistas suficientes para formular ninguna hipótesis medianamente válida.

Pero sean cuales sean sus motivos, el caso Tsipras nos invita a reflexionar sobre otro hecho de plena actualidad en Cataluña, como es la lucha por la independencia patria. Una lucha plenamente legítima y humana que viene de muy lejos, que ha sido secreta durante muchos años, pero que ahora pasa por un momento esplendente debido al beneficio electoralista que algunos políticos catalanes y españoles de ella sacan.

Desde que el pueblo catalán se lanzó a la calle en manifestaciones pro independencia tan claras y contundentes como las de las tres últimas celebraciones de la Diada (Fiesta Nacional Catalana), los principales programas de la televisión catalana han girado en torno a dos temas: 1) la viabilidad económica de una Cataluña independiente de España; y 2) la posibilidad de poder seguir formando parte de la UE, una posibilidad que en todo momento han dado por buena y deseable.

A nuestro entender ha habido dos razones para concentrar el discurso independentista en estos dos puntos. La primera que se nos ocurre es el materialismo que impregna la mentalidad de la población catalana actual. La segunda es la ideología derechista y claramente neoliberal del partido que gobierna y que controla los principales medios de difusión.

Atrás quedaron ya aquellos años 60 en que se reivindicaba la independencia como un derecho de justicia. Ahora de justicia el discurso oficial casi no habla; sólo habla de interés. "España nos roba. Cuando seamos independientes tendremos mejor economía y viviremos mejor". ¿Quién vivirá mejor, el pueblo catalán o tan solo las clases privilegiadas? ¿Quien nos dice que no vamos a caer en manos de una UE neoliberal que nos convertirá en colonia suya, tal cual hace ahora con Grecia? Que esto ocurra o que no, dependerá de quien haga los pactos, si es que algún día se llegan a hacer, y mal augurio es que el movimiento independentista esté liderado por una formación neoliberal como es CDC.

La independencia de nuestro país es un bien deseable sin duda alguna. En el fondo de lo más hondo del sentimiento patrio palpita la esperanza de alcanzarla. Por esta razón la independencia se ha convertido en una idea potente que mueve gente sin pensar en nada más que en empujar para tenerla.

De ese afán se vale el partido del gobierno para su propio provecho, ya que con una muy bien coordinada acción de todos los medios de información que controla consiguió imponer a su presidente como líder del movimiento independentista. La gente lo acepta sin pensar en nada más que en ser independientes. Como si él tuviera la clave de la independencia patria, cuando en realidad no tiene nada más que buenas palabras.

En fin... Más tarde o más temprano el pueblo abrirá los ojos y se dará cuenta del engaño, como ahora se está empezando a ver el gran amor que profesaba por Cataluña el Muy Honorable Presidente Jordi Pujol. Esperamos que cuando eso ocurra, haya todavía ánimos para seguir luchando en pro de una Cataluña independiente y socialmente más justa que la que ahora se vislumbra. / PC

Ver original catalán en: